escuchando a madre deus, se acerca uno al misterio de portugal, el culto a la luz que parte en la lejanía,el crepusculo, el alma, lo que retorna, el sentimiento en esa vibración de la fugacidad de todo donde entrevemos el sabor del paraiso, la melancolia de lo eterno, la belleza del espiritu, nuestro ser dejando de ser...
la conformidad del universo en un momento que muere
y el alma por un instante
respira...
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